Su nombre completo era Alberto Widmer Lepple, de nacionalidad alemana, pero se sentía más chileno que nosotros mismos. Era un hombre simpático, sencillo y amable, de estatura media, corpulento y canoso.
Antes de llegar a Chile, vivió en Alemania una época de grandes sufrimientos. Su país atravesaba conflictos bélicos y veía cómo se desmoronaba todo a su alrededor. Llegó a Chile solo y siendo muy joven, con un idioma desconocido y sin dinero. Trabajó arduamente como mecánico y electricista. Con gran esfuerzo, logró acumular una considerable fortuna, compró terrenos y casas, y llegó a ser dueño de la representación de BOSCH, la conocida marca alemana de productos eléctricos y electromecánicos en Chile.
Uno de sus bienes más destacados era una casa quinta lujosa situada en Camino a Rinconada 816, Maipú, donde vivía permanentemente. Fue en esta propiedad donde un grupo de profesores se acercó a él con una propuesta. Quería adquirir el terreno para establecer un colegio destinado a las futuras generaciones de Maipú. Aunque no tenían el dinero suficiente, presentó su idea con entusiasmo. Los profesores eran Eduardo Fuentes García, Luis Gómez Galarce y David Villar Malverde (QEPD).
Don Alberto pidió un proyecto por escrito y, a pesar de que había numerosos interesados dispuestos a comprar su propiedad, muchos ofreciendo pagar al contado, decidió hacer una excepción. Quiso llegar a un acuerdo con los profesores, brindándoles todas las facilidades posibles, ya que su verdadera intención no era el dinero, sino dejar un legado significativo.
En ese momento, don Alberto tenía alrededor de 80 años y solo pudo ver una parte de su sueño realizado antes de fallecer de muerte natural, sin haber visto la culminación del Liceo Industrial Alberto Widmer. La insignia del liceo fue diseñada en su honor, y los colores negro, rojo y amarillo reflejan la bandera de Alemania, en reconocimiento a sus raíces y su generosa contribución a la comunidad.
Después del fallecimiento de don Alberto Widmer, el Liceo Industrial Alberto Widmer, que él había ayudado a fundar, comenzó a tomar forma bajo la dirección y esfuerzo de tres destacados educadores: Eduardo Fuentes García, Luis Gómez Galarce y David Villar Malverde (Q.E.P.D.).
Eduardo Fuentes García fue un profesor visionario y comprometido con la educación técnico-profesional. Su dedicación y liderazgo fueron fundamentales para establecer las bases de la institución. Su capacidad para visualizar un futuro mejor para los jóvenes a través de la educación técnica dejó una huella indeleble en la comunidad educativa.
Luis Gómez Galarce era conocido por su pasión por la enseñanza y su profundo compromiso con el desarrollo de los jóvenes. Como uno de los pilares en la creación y consolidación de la Institución Alberto Widmer, su legado perdura en cada estudiante que ha pasado por sus aulas, marcando una diferencia significativa en sus vidas.
David Villar Malverde (Q.E.P.D.) también jugó un papel crucial en el establecimiento y crecimiento de la institución. Su visión y determinación contribuyeron de manera significativa al desarrollo del proyecto, y su memoria sigue inspirando a la comunidad educativa a alcanzar la excelencia en todos los aspectos de su labor.
Los fundadores, todos profesores del área Técnico Profesional, identificaron una creciente demanda de mano de obra calificada en el sector de servicios. Así, la Escuela Industrial se estructuró con dos especialidades iniciales: Mecánica de Combustión Interna y Automotriz, y Electromecánica. La matrícula inicial fue de 1,019 alumnos distribuidos en 21 cursos.
En 1987, el Complejo Educacional Alberto Widmer fue oficialmente creado como una unidad educativa independiente. A lo largo de los años, la escuela adoptó varias denominaciones (Anexo, Liceo Politécnico, Liceo Comercial, entre otras) para adaptarse a las necesidades cambiantes de la comunidad. Además, se amplió su oferta educativa para incluir las especialidades de Programación en Computación y Mecánica de Mantención de Aeronaves, en respuesta a las demandas del sector comercial e industrial.
Se firmaron importantes convenios con instituciones externas, como la Fundación Aeronáutica de Chile, para enriquecer la formación de los estudiantes en el área de Mantención de Aeronaves, proporcionando un contacto directo con elementos propios de su futuro campo laboral y mejorando su proceso de aprendizaje.
En 1994, la Escuela Básica Alberto Widmer se incorporó al Complejo Educacional, ampliando la oferta educativa para abarcar todos los niveles de educación básica y media técnica profesional. Hoy en día, la Institución Alberto Widmer sigue siendo una propuesta educativa permanente para la comunidad. La institución ve la educación como un proceso integral que transmite cultura, forma personas y desarrolla capacidades, preparándolas para un mundo en constante cambio.
La visión educativa de la institución busca equipar a los alumnos para enfrentar estos cambios con responsabilidad, sustentando sus principios en el valor fundamental de la familia y en la convivencia sana, libre de prejuicios y alejada del negativismo social.
Corporación Educacional Alberto Widmer